Corre una brisa de invisibles, millares
gotas de agua,
por mi corona de noche
y almendra laminada.
Corre entre dos bocas
un solo hilo de almohada
es un telar callado
la noche.
Envejecen los paisajes,
depositan sus perfiles
en cristales distantes
los cabellos del río,
y no canto,
que estoy quieta en la nota,
alto estambre
del amor.
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