Es que era un pequeño paraíso
donde reía el maíz y cantaban los arriates
donde había una cueva estelar de adobe y albahaca
donde llorábamos al mirarnos desnudos
brillando con los salpiquetes de luz
con que nos enluzaba la luna
donde la puerta hacía crac y caía
y tú decías te amo y me caía
y nos amábamos y el cielo
se caía.
Volver a Otoniel Guevara
Particularmente felicitarte por el esfuerzo de la Fundación que no es cualquier cosa.
Igualmente quiero mencionar lo relevante del programa 100 voces con monseñor cuyo nombre no deja de dar miedo pues provoca pensar que su temporalidad esta sujeta al número jaja, espero no estar en lo cierto y que sea como los cien más buscados cuyo método es el refille.
Seguro tienes en la mira más de cien.
Con mucha humildad y no pretendiendo parecer igualado, sugerirte que valores alternar tus invitados con poetas nacientes particularmente jovenes y poetas ya fallecidos, creó que un formato así cumple tres objetivos: La historia de la poesía en El Salvador, Los actuales poetas Salvadoreños y las perspectivas de esta.
Reitero mis agradecimientos y te deseo exitos.
La participación del pueblo es lo que falta, vía teléfono u otro medio.
Felicidades.
Debes estar registrado para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.