El tranvía transporta las velas soñolientas
-hace ya mucho tiempo que los aires lo acunan-.
Una campana triste le abre paso entre el tránsito
y el olor a fritanga.
(Calamares, anillos de promesas inciertas).
Domina en los jardines el pardo, y la pobreza.
Abrigos humillados dejan a la intemperie
los miembros ateridos.
La esperanza se arropa con vergüenza y tristura.
Domingo de dolor. (Casi toda la vida).
Volver a Paz Díez Taboada