Sevilla es una torre
llena de arqueros finos.
Sevilla para herir.
Córdoba para morir.
Una ciudad que acecha
largos ritmos,
y los enrosca
como laberintos.
Como tallos de parra
encendidos.
¡Sevilla para herir!
Bajo el arco del cielo,
sobre su llano limpio,
dispara la constante
saeta de su río.
¡Córdoba para morir!
Y loca de horizonte,
mezcla en su vino
lo amargo de Don Juan
y lo perfecto de Dioniso.
Sevilla para herir.
¡Siempre Sevilla para herir!
Volver a Federico García Lorca
Hermoso poema, me remota a una época de extraña añoranza....
esta re weno yo lo use con mi novia y me resulto y ahora gracias a este poema ella se convirtio en el amor de mi vida!!! gracias!!! :)
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