Cuando mi madre llevaba un sorbete de fresa por sombrero
y el humo de los barcos aun era humo de habanero.
Mulata vuelta bajera.
Cádiz se adormecía entre fandangos y habaneras
y un lorito al piano quería hacer de tenor.
Dime dónde está la flor que el hombre tanto venera.
Mi tío Antonio volvía con su aire de insurrecto.
La Cabaña y el Príncipe sonaban por los patios del Puerto.
(Ya no brilla la Perla azul del mar de las Antillas.
Ya se apagó, se nos ha muerto).
Me encontré con la bella Trinidad.
Cuba se había perdido y ahora era verdad.
Era verdad, no era mentira.
Un cañonero huido llegó cantándolo en guajiras.
La Habana ya se perdió. Tuvo la culpa el
dinero...
Calló, cayó el cañonero.
Pero después, pero ¡ah! después...
fue cuando al SÍ lo hicieron YES.
Volver a Rafael Alberti
uba ha desaparecido...
Martí tenía razón cuando dijo que:
"Las ambiciones personales son enemigo terrible de la grandeza de los pueblos."
Y hay mucha ambición en Cuba, desde las personales de los que mandan, hasta la ambición de Libertad del pueblo.
Espero me hayas entendido.
Ojalá no se necesitara el mundo para salvar una libertad que le pertenece sólo a los cubanos, porque la belleza de su suelo y la historia de sacrificio de sus mártires, lo merece.
su gente y alegría están presentes,
en la mente de las gentes,
amantes de la libertad
https://elpais.com/diario/1992/09/21/opinion/717026411_850215.html#?prm=copy_link
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