No sé lo que he soñado
en la noche pasada.
Triste, muy triste debió ser el sueño,
pues despierto la angustia me duraba.
Noté al incorporarme
húmeda la almohada,
y por primera vez sentí al notarlo,
de un amargo placer henchirse el alma.
Triste cosa es el sueño
que llanto nos arranca,
mas tengo en mi tristeza una alegría...
¡Sé que aún me quedan lágrimas!
Volver a Gustavo Adolfo Bécquer
me llega tan profumdo ke no se si el a sido kapaz de entrar en mi mente
El motivo que lo entristece, le deja aún, sensibilidad. No há perdido el sentido de llorar. Te conmueve, querida Léo, porque atravezó tu mente, para llegar a tu corazón- ([email protected])-
Yo también lo sentido
Es raro cuando el sueño esgrima
La pena de lo vivido
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