Se me murió el ayer de parto
y lo velo cantando
Como a una guitarra sola
a quien se le quebrara la sonrisa circular y la música,
solo,
sin desbocados animales interiores,
hueso en actividad,
reciente hueso,
hacía como que caminaba entre los hombres casado con mi madre,
pueblerino feliz, poblado de olas.
Ah, estúpida frontera,
municipal y en paz con los estómagos:
cómo tenía que morderme los retratos
para poder reírme hasta de mí
con todo y tus pesares, tus costosísimos harapos,
la franca suciedad que te conoces!
Cómo tenía sola y atrozmente
que bajarme los pasos de los hombros
y caminar
!
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