Al norte el frío y su jazmín quebrado.
Al este un ruiseñor lleno de espinas.
Al sur la rosa en sus aéreas minas,
Y al oeste un camino ensimismado.
Al norte un ángel yace amordazado.
Al este el llanto ordena sus neblinas.
Al sur mi tierno haz de palmas finas,
Y al oeste mi puerta y mi cuidado.
Pudo un vuelo de nube o de suspiro
Trazar esta finísima frontera
Que defiende sin mengua mi retiro.
Un lejano castigo de ola estalla
Y muerde tus olvidos de extranjera,
Mi isla seca en mitad de la batalla.
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