He aquí la palabra que no viste
Y que no viste tú, por tan desnuda.
En claro anillo de silencio anuda
Lo que eres hoy y lo que antaño fuiste.
Si necesitas muda, ella te muda
Y de traje de sombra te desviste.
El poco de ángel que en el hombre existe
Es porque ella lo labra y lo desnuda.
Ella abre puertas, ojos, miradores,
Desnuda espacios, larvas, ruiseñores,
¡ninguna vestidura le resiste!
Une, aclara, congrega resplandores
Y por sus puentes de ángeles menores
Al fin, EL HOMBRE PARA EL HOMBRE, existe.
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