Rayas de seda violeta.
Con olor a sándalo,
goteando como miel
cae la noche que danza
sobre los techos de las ciudades.
La inmortalidad
te ha tocado
con el verso, con la oscuridad,
con la ola;
pero la eternidad te queda grande.
Los ríos de palabras inútiles
que nos hemos dicho,
alcanzarán el mar del lamento
cuando nuestros barcos sin vela
varados queden contra los escollos
del pasado.
Rayas de seda violeta
con olor a sándalo
goteando como miel
cae la noche que danza
sobre tu cuerpo tendido, y cansado.
De La carne del tiempo, Editorial Artificios, Bogotá, 2002
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