Para qué
A quién le va importar
Ni siquiera a uno mismo
Y la espera de quién se colmaría
O contra quién alzarse
Para imponerse contra qué amenaza
Y la altivez de no cejar
A quien enorgullece
A quién sino al orgullomismo
Que vive de engañarnos
Y para qué el orgullo
O la humildad
O para qué la lucidez
Para qué saber esto
Y para qué el orgullo de callarlo
O para qué haber escrito estas líneas
Pero cómo podrías
Ahora ya
Desleerlas.
(31.5.69)
Volver a Tomás Segovia