No puedo piensa el Nómada
Parar aquí llegado de tan lejos
Sabiendo que ni huella
Ni semilla
Ni herida mía alguna he de dejar
Sin buscarle los ojos a esta tierra
De mirada huidiza
Sin obligarla al menos
A que mueva los labios
Y así no cesa cada día
De escrutar sus guijarros
Su polvo su hosco viento su gran cielo
Hasta haberle arrancado unas palabras
Que ni comprende
Ni le exaltan
Pero que harán su carga más pesada
Y más grave su pie cuando se aleje
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