Mira tu mano, que despacio se mueve,
transparente, tangible, atravesada por la luz,
hermosa, viva, casi humana en la noche.
Con reflejo de luna, con dolor de mejilla, con vaguedad de sueño
mírala así crecer, mientras alzas el brazo,
búsqueda inútil de una noche perdida,
ala de luz que cruzando en silencio
toca carnal esa bóveda oscura.
No fosforece tu pesar, no ha atrapado
ese caliente palpitar de otro vuelo.
Mano volante perseguida: pareja.
Dulces, oscuras, apagadas, cruzáis.
Sois las amantes vocaciones, los signos
que en la tiniebla sin sonido se apelan.
Cielo extinguido de luceros que, tibios,
campo a los vuelos silenciosos te brindas.
Manos de amantes que murieron, recientes,
manos con vida que volantes se buscan
y cuando chocan y se estrechan encienden
sobre los hombres una luna instantánea.
Volver a Vicente Aleixandre
Las manos tienen personalidad, tienen su propio idioma.-
son las que te acarician con verdadero amor
¡Que hermosas esas suaves manos que se confunden con la piel buscando explorar nuestro cuerpo sediento de caricias!...
ya no pueden acariciarme,
pero sentí su calor y
mis cabellos tocar,
tus manos llenas de amor,
se quedaron frías,
dejando gran dolor
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