I
Hay mañanas
en que bajas al río
y te detienes
a escuchar en la corriente
la voz amorosa del mar.
Quisieras volar,
seguir el cauce
de su pelo suelto,
y tal esperanza te sostiene
sobre los juncos de la ribera.
II
Una paloma
cruza los maizales
quebrando
en violetas y grises
la certeza de las miradas.
Absortas en la luz
se doran las mazorcas,
brillanters contra el cielo
como lo ojos
colmados de placer.
III
Así mientras recobro
mi cuerpo lentamente,
la tarde en los balcones
toma la forma
de un barco que se aleja.
Entre las nubes que flotan
azules en el horizonte,
contemplo a la luna
dormir desnuda
junto al río.
Volver a Alberto Blanco
hola os felicito por tan hrmoso poema..
tal kmo este gran parrafo..spero tan inspirador ..seguir cultivand almas tristes y dormidas ..
bueno eso.......haios
El poema de ALBERTO ,Se describe como el poeta que da detalles de cosas y las adorna con palabras bonitas que le salen del corazón.
Me encantó. Estoy sentada en la oficina en una mañana gris, desde aquí veo asfalto y cemento y oigo el ruido de los vehículos en la calle, pero... leo una y otra vez los versos de Alberto Blanco y me transporto a esos paisajes y sensaciones. ¡Qué magnífica escapada de la oficina en la mitad de la mañana de un día miércoles nublado!
ps la verdad este poema me gusto muchisimo, esta muy bonito, gracias a Alberto por enviar este poema y compartirlo con los que visitan esta pagina.
[email protected]
el paisaje, la calma, la sensacion de libetad y autoentendimiento k todos anhelamos, este poema m izi sentir asi
siemplemente es hermoso
Un abrazo
Elba
Lo felicito.
Una hermosura con todas las letras.
Muchas gracias por compartirlo.
Un canto a la naturaleza,
título acorde con la descripción.
Agua, río y todo que existente
en su cauce.
Aves, milpas altas y bajas,
el colorido del pelo de elote,
antes de convertirse en mazorca
Instantes de meditación,
un anhelo por viajar
y entre nubes y río,
la majestuosidad de la luna
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