El principio fue un desplome de la aurora sobre el mundo
Un inocularme el escándalo en el alma. Un coro de canarios
Saludando en ofertorio lo preciado y lo elejido.
Una fosforescencia en tus ojos en señal de bienvenida.
Un derrame de lilas en mi pelo naciendo de tus manos
El principio fue todo lo feliz que podía ser
Sin sombra de atroces vaticinios. Y entonces el amor
Era todo lo tangible y lo esperado. Un resquicio de alegría
Hacia soles permanentes.
Un rociar de pétalos en el medio de un juramento anunciado.
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