Quien quiera saber lo que acontece
a las lluvias en marcha sobre la tierra,
véngase a vivir sobre mi techo, entre los
signos y presagios.
Saint-John Perse.
Esta es la casa
aquí la tienes con la puerta abierta
Aquí vivo
conjurada por la noche de campo
y los mugidos de las vacas
que van a parir a la salida del invierno.
Entra en las piezas de sentimiento antiguo
con manzanas reinetas
y cueros claveteados en el piso.
Esta es la casa para ser como somos,
para contar las velas de cumpleaños
y las otras también,
para colgar la ropa y la tristeza
que jamás entregaremos a la luz.
Este es el clima, niebla y borrasca,
sol partido entre los hielos
pero encima de todo:
un evangelio duro
una pasión sin vuelta
una carta de agua para la eternidad.
Esta es la zona: Km. 14, Santa Amelia,
virando hacia el oeste,
con todas las jugadas de la vida
y todas las jugadas de la muerte.
Esta es la casa raspada por los vientos
donde culebreaban los inviernos
de pared a pared
de hijo a hijo
cuando nos aliviábamos con ladrillos caldeados
para aprender las sagradas escrituras
que la profesora de la Escuela Catorce
sacaba de un armario
o de los dibujos de un pañuelo.
Esta es la fibra fiel de la madera
donde calladamente me criaron
entre colonos y mujeres
que regresaron a su greda.
Aquí vivo con la puerta abierta
y este amor
que no sirve para canciones ni para libros,
con mi alianza sin ruido a Santa Amelia
donde puedes hallarme a toda hora
entre las herramientas y la tierra.
Volver a Delia Domínguez
Una descripción poética de lo que es una vivienda campesina. Cuando se vive en ella, pasan todos los recuerdos como cae la lluvia. Esta vida del campo es muy hermosa. A pesar de la difícil situación y el olvido de los gobernantes y otros estamentos de la sociedad, estas bellas personas viven libres como el viento y las aves que emprenden sus viajes sin retorno.
Gracias amiga poeta Delia.
huertos que un día fueron feraces
muebles que guardan viejos disfraces
tiempos remotos del almúedano en la mezquita
Cambian los tiempos y cambian los cultivos
y hay comarcas que se despueblan
nuevas viviendas que se amueblan
con fotos y muebles del pasado para los vivos
Todo labrador deja sus huellas
aquí una fuente allá una vereda
más alla para su recreo un huerto
Para contemplar de noche las estrellas
y acariciar la mano que se enreda
con su mano afimándose de lo cierto
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