¡Longevidad maldita!
¿por qué si soy ceniza
mi cerebro está en brama
y mi lujuria cunde
hasta las marchitas zonas
de mi carne aniquilada?
¡Longevidad maldita!
llamarada helada,
tantálico averno
de concupiscencia rezagada.
Toda belleza humana
aún me despierta la esperanza
de gozarla
y vivo y me desvivo
eyaculando,
sólo orgasmos de lágrimas.
Volver a Elías Nandino