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Frente al mar, ayer es el eco de una sombra.
Frente a la sombra el mar es el eco de ayer.
Frente a la palabra el vacío.
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Cuando amanece como si nada en los umbrales, el vuelo de la jaula es la palabra en el ojo del pájaro malherido.
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Si aparece el exilio y el profano secreto de una imagen en la herida de la distancia, es porque tu rostro canta en la palabra del mediodía.
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El porvenir de la palabra habita en el silencio. Su límite es la sombra del vacío, la superficie del espacio que aguarda en la mirada.
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Conforme avanza la desesperación, la fortaleza restituye la esperanza.
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