-Dime, ¿porqué es ese llanto?
-Por una ilusión perdida,
por una reciente herida,
por un nuevo desencanto...
-Pues no llores más... y olvida
-¿Porqué lloras, flor de flores?
-Porque él era dueño mío,
el que me hablaba de amores,
me hiere con desvío...
-Pues olvidalo... y no llores.
-¿Porqué sollozas ahora?
-¡Ay! Ya no alumbra la aurora
ni dará flores mi huerto...
Lloro por mi niño muerto...
-Pues, no lo olvides... y llora.
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