Oh muerte, has sido compasiva con nosotros,
y has vuelto a visitarnos.
Benditos sean tus hechos, dignos de gratitud,
pues has traído abundancia y has cubierto
algo que había que ocultar;
hemos casado a nuestra hija con la tumba
sin pagarle la dote y sin ajuar.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid)
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