Poemas de Ibn Sara As-Santarini
- Admonición
- Aprensión
- Boca deforme
- Castidad
- Censura de la época
- Desengaño
- El infierno después del paraíso
- El mal aliento
- El rubor
- Epigrama
- Hermosura fatal
- Invitación I
- Invitación II
- La berenjena
- La espada
- La muerte de una hija
- La vejez
- Los impuestos
- Meta inalcanzable
- Noche oscura
- Noche y aurora
- Poema del fuego N°. 5
- Poema del fuego No. 4
Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Ibn Sara As-Santarini:
Castidad
¡Cuántas veces ha venido a visitarme
en una noche oscura como su cabello,
y se ha quedado junto a mí
hasta la aurora, clara como su rostro!
Bebíamos juntos
y era el amor udrí nuestro tercero
cuando el vino asaltaba mi razón
lo mismo que sus ojos;
mas era casto como lo es un hombre de honor
en la plenitud de sus fuerzas:
la castidad es virtud
cuando el hombre está lleno de vigor.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo)Invitación I
Oh diadema en la frente de la gloria,
perla central en el collar de las nobles acciones,
tú, cuyos beneficios se levantan
como estrellas brillantes en el cielo
de la prosperidad,
las constantes lluvias nos incitan
a buscar ese vino que se pasan
los contertulios diciento 'toma' 'trae'.
En casa tengo un vino,
una hija virgen de las cepas,
que ruborizan las miradas de los coperos,
y sirve en rueda las copas un nomble Ganimedes,
hermoso y de agradables prendas,
que vuelve a ti, una y otra vez, sus ojos lánguidos,
en los que se diría queda un rastro de sueño.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid)Censura de la época
Que el hombre libre permanezca
en moradas indignas es signo de flaqueza:
parte, y si no encuentras hombres generosos,
tendrás que seguir yendo
detrás de hombres mezquinos.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de MadridLa berenjena
Redonda y agradable al gusto,
agua abundante la alimenta
en todos los jardines;
y tal como el peciolo la sustenta
parece el corazón de una oveja
en las garras de un águila.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid)La vejez
¿Qué excusa puede haber?
No, no la tiene un hombre de setenta años
de pasión inflamado:
era agua,
pero en el vaso de la vida
el tiempo no ha dejado
más que heces.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid)Boca deforme
Hasta el fin de los tiempos
alabaré sus dientes.
Cuando los miras, ante tus ojos aparecen
como una de las muelas de pulir.
Dirías que los genios de Salomón
construyeron su boca, como Palmira,
con rocas y columnas.
Te guía a oír la melodía de sus palabras
algo como el silbido
de soplar en los nudos en la magia.
Tiene, en fin, una boca como vulva,
y de su misma forma, 'cuyas olas
cubren de espuma ambas orillas'.*
*La frase entre comillas es el segundo hemistiquio del
verso 45 del famosísimo poema de an-Nabiga ad-Dubyani (segunda mitad del siglo VI), excusándose ante el rey de Hira, anNu′man, donde compara a éste con el Éufrates (Diwan an-Nabiga ad-Dubyani, Beirut: Dar Sadir-Dar Bayrut, 1383/1963, págs. 30-37) Nota de la traductora
(Traducción: Teresa Garulo de la Universidad Complutense de Madrid)