A Violeta Parra
Cuando la vida pesa, el agradecimiento; cuando la carga equivoca-
ca llega a tu espalda, agradecimiento; cuando es día malo, agrade-
cimiento. Gracias a la vida nunca fue tan cierto hasta que fue dicho
por una suicida. Las llamas de la fogata suben exasperadas hasta
un cielo indiferente porque la ofrenda es bien recibida y es palpa-
ble que los dioses nos escuchan. Si el pueblo camina descalzo aún
así el agradecimiento toma la plaza, porque aún existe algo por
qué vivir.
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