Querido Vinyoli, en esta tarde
de violenta tramontana, oscuro azul de mar,
miro las Islas Medas, remolinos de gaviotas,
alada espuma sobre la espuma blanca,
y me llega, imagen persistente, su recuerdo,
en el día final del año de su muerte.
Golpe y crujido de árboles y viento,
terca madera, ramas furiosas,
frío que corta tras el cristal cerrado
y la pesada sombra de la noche que viene.
De pronto, salvado, un último rayo de sol
ilumina, entre nubes, rocas salvajes,
levantadas olas, gaviotas en su vuelo,
luz venciendo a la noche
en un dorado fugitivo.
A sus palabras, a las que oí y a las que leo,
a su recuerdo, asocio esta imagen sin tiempo de la vida.
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me pareciò muy lindo este poema y muy emotivo
espero que sigan con su trabajo
es
uy lindo escribir poemas
por eso lo quiero dedicar a mis compañeros
besotes
chau
Hola
Me gustan mucho los poemas es una buene tactica para conquistar al ser que ama. espero que me envien a mi e-mail
me gusto mucho el poema,,,,besos
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