Si yo fuera otro animal, ¿qué animal sería?
no dijo ella, nunca.
Tú serías un cisne y por el camino del cisne
se abrirían las aguas donde los hombres
lloran abismos verticales.
Si tú fueras un cisne,
tal vez aquellos que conozco no morirían jamás,
y estaría saciada esta sed memorable
de presentir en las sombras
el paso de otra Sombra.
El día, poblado de sentido,
girando sobre sí mataría el lado que se ignora
para devorar en minutos la obra de los siglos.
Y volvería a rodar la máquina necesaria
para encontrar en los ojos la Primera Palabra.
Cada piedra sería la de la locura
y mi alma no andaría lejos,
escondiéndose, como la de todos,
para no ver en el claro donde la luna baña estos milagros
que apenas somos unas furtivas cáscaras de la alegre Nada:
Adán es como lee el diablo, que mira al revés.
Si tú fueras un cisne los veranos oceánicos
se perderían lejos y un gesto
que no termina de caer sería detenido.
Pero tampoco vendría ninguna clase de invierno
a cambiar la piel de las serpientes
ni el sueño en la palabra.
No iríamos más lejos, aunque fueras un cisne.
Volver a Luis Benítez
Amparito y Rafael, les deséanos feliz y prospero año nuevo lleno de AMOR Y PAZ.
podría volar y buscar,
mirar las maravillas,
de toda la creación
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