Parió la Reina; el Luterano vino
Con seiscientos herejes y herejías;
Gastamos un millón en quince días
En darles joyas, hospedaje y vino.
Hicimos un alarde o desatino,
Y unas fiestas que fueron tropelías,
Al ánglico Legado y sus espías
Del que juró la paz sobre Calvino.
Bautizamos al niño Dominico,
Que nació para serlo en las Españas;
Hicimos un sarao de encantamento;
Quedamos pobres, fue Lutero rico;
Mandáronse escribir estas hazañas
A don Quijote, a Sancho, y su jumento.
Volver a Luis de Góngora