Las que a otros negó piedras Oriente,
Émulas brutas del mayor lucero,
Te las expone en plomo su venero,
Si ya al metal no atadas más luciente.
Cuanto en tu camarín pincel valiente,
Bien sea natural, bien extranjero,
Afecta mudo voces, y parlero
Silencio en sus vocales tintas miente.
Miembros apenas dio al soplo más puro
Del viento su fecunda madre bella,
Iris, pompa del Betis, sus colores;
Que fuego él espirando, humo ella,
Oro te muerden en su freno duro,
Oh esplendor generoso de señores.
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