La fuerza que infestando las ajenas
Argentó luna de menguante plata,
Puerto hasta aquí del bélgico pirata,
Puerta ya de las líbicas arenas.
A las señas de España sus almenas
Rindió al fiero león que en escarlata
Altera el mar, y al viento que le trata
Imperioso aun obedece apenas.
Alta haya de hoy más volante lino
Al Euro dé y al seno gaditano
Flacas redes, seguro, humilde pino
De que, ya deste o de aquel mar, tirano
Leño holandés disturbe su camino,
Prenda su libertad bajel pagano.
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