Música le pidió ayer su albedrío
A un descendiente de don Peranzules;
Templáronle al momento dos baúles
Con más cuerdas que jarcias un navío.
Cantáronle de cierto amigo mío
Un desafío campal de dos Gazules,
Que en ser por unos ojos entreazules
Fue peor que gatesco el desafío.
Romance fue el cantado, y que no pudo
Dejarle de entender, si el muy discreto
No era sordo, o el músico era mudo.
Y de que le entendió yo os lo prometo,
Pues envió a decir con don Bermudo:
«Que vuelvan a cantar aquel soneto».
Volver a Luis de Góngora
un soneto culto limpio y bien logrado. Y al SONETO no se le quita nada, el poeta tiene derecho de titularlo...¡romance!
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano.
Para quienes nos fascina que se cumplan todas las reglas de los versos clásicos, el desmenuzar cada verso para leerlo, contarlo, sentirlo y aprender de ellos es un deleite.
Como gran poeta que era, también se permitió ciertas licencia literarias que muestra en el soneto; eso es bueno verlo, comprobarlo y si algún día nos inspiramos lo suficiente, estar consientes que podemos utilizar licencias poéticas el escribir, que ello no rompe la estética del poema sino al contrario (y sumado a las rimas, la metrica, el acento versal y los tropos literarios) elevan la calidad de lo escrito... aunque seamos honesto, estamos a años luz de todos estos genios.
Que pasen todos una Feliz Navidad.
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