Este a Pomona, cuando ya no sea
Edificio al silencio dedicado,
Que si el cristal le rompe desatado,
Suave el ruiseñor le lisonjea,
Dulce es refugio, donde se pasea
La quïetud, y donde otro cuidado
Despedido, si no digo burlado,
De los términos huye desta aldea.
Aquí la Primavera ofrece flores
Al gran pastor de pueblos, que enriquece
De luz a España y gloria a los Venegas.
¡Oh peregrino, tú, cualquier que llegas,
Paga en admiración las que te ofrece
El huerto frutas y el jardín olores!
Volver a Luis de Góngora
Me gustaría conocer el hermoso lugar que Luis de Góngora describe, no sería peregrina. Me quedaría alli. [email protected]
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