Las flores del romero,
Niña Isabel,
Hoy son flores azules,
Mañana serán miel
Celosa estás, la niña,
Celosa estás de aquel
Dichoso, pues le buscas,
Ciego, pues no te ve,
Ingrato, pues te enoja,
Y confiado, pues
No se disculpa hoy
De lo que hizo ayer.
Enjuguen esperanzas
Lo que lloras por él,
Que celos entre aquéllos
Que se han querido bien,
Hoy son flores azules,
Mañana serán miel.
Aurora de ti misma,
Que cuando a amanecer
A tu placer empiezas,
Te eclipsan tu placer,
Serénense tus ojos,
Y más perlas no des,
Porque al Sol le está mal
Lo que a la Aurora bien.
Desata como nieblas
Todo lo que no ves,
Que sospechas de amantes
Y querellas después,
Hoy son flores azules,
Mañana serán miel.
Volver a Luis de Góngora
A comienzo su obra era sencilla y alegre para volverse extremadamente complicada y pesimista en su madurez literaria. En resumen, que me gusta mucho este poema aunque no coincido en la opinión de Góngora sobre los celos. Los celos son malos siempre y las desconfianzas nunca se tornan en miel
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