Llegué, señora tía, a la Mamora,
Donde entre nieblas vi la otra mañana,
Desde el seguro de una partesana,
Confusa multitud de gente mora.
Pluma acudiendo va tremoladora
Andaluza, extremeña y castellana,
Pidiendo, si vitela no mongana,
Cualque fresco rumor de cantimplora.
Allanó alguno la enemiga tierra
Echándose a dormir; otro soldado,
Gastador vigilante, con su pico
Biscocho labra. Al fin, en esta guerra
No vi más fuerte, sino el levantado.
De la Mamora. Hoy miércoles. Juanico.
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