Rey de los otros, río caudaloso,
Que en fama claro, en ondas cristalino,
Tosca girnalda de robusto pino
Ciñe tu frente, tu cabello undoso,
Pues dejando tu nido cavernoso
De Segura en el monte más vecino
Por el suelo andaluz tu real camino
Tuerces soberbio, raudo y espumoso,
A mí, que de tus fértiles orillas
Piso, aunque ilustremente enamorado,
Tu noble arena con humilde planta,
Dime si entre las rubias pastorcillas
Has visto, que en tus aguas se ha mirado,
Beldad cual la de Clori, o gracia tanta.
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