Ojos, tus ojos
Como el alba dormida
Tu boca quieta y pájara
Se desviste de asombros,
Me enredo y caigo
Sin piedad sobre ella
Recostados vamos
Viendo pasar metáforas
Por debajo de la carpa
En el incienso de la noche
Se sujetan entre sí nuestras caricias,
Quieto vas
Quieto te veo partir
Bajando tibio
En el puente imaginario de mis ritos
En ese cruce rítmico
De dos corazones
Que acaso aman
Escribo este poema,
Que será para ti
como
un
vestido
Ajustado a tus nervios
A tu olfato de fauno
Herido como tú en el centro
Tallado a tu estribillo
Perpetrado a tu piel
Con el irás a la tierra
Cama de nuestro encuentro
Con el te irás arropado
Desnudo itinerante
Completamente mudo
En nuestra última
noche de amo
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