a la hora de lamer encendidos
como un motor fuera de borda
confundiendo sus ojos con el amanecer
lamiendo ríspidamente rompiendo el silencio
saben qué son las escaleras
no bajan la cabeza
no inclinan el color porque conocen los muros
miran las lunas desafinando
esta gata de menos de un pie
que se acomoda limpiamente en un zapato
busca a su madre busca a dios lame
los dedos que le doy busca a su madre y la mía
negra de madrugada que nos cae
hasta estornuda sin calostro
a la hora difícil se ríen del payaso
que inventamos para cubrirnos el rostro
cuando alzan el cielo te están mirando
beben desde la luna cuando tú tienes sed
la gata negra que viene junto a mi sien
abre sus dientes de diminuto hombre
sabe que soñé siempre panteras
y lo aprovecha de asteroide hirsuto
no canta no hace caso tiene un muro
en la memoria de los cinco sentidos
no dice buenos días está
sólo está
alza las patas
a la sombra total de la luna.
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