Esta trama es un fragmento decoroso de una absoluta circunstancia: evoco la
víctima hoy desde mi escondite la observo detenidamente como si estuviera
inmediata a vista de ojos Está afligida pero holgada de calma. Sabe que la miro
con rareza. El fuego prematuro me alerta me turba y te confunde
Le incita mi diferencia la enardece le enciende la apatía de su ánimo
de joven doncella Es únicamente la decorosa esencia de la materia casta:
la duda casta la razón casta que vislumbra la cercanía de la destemplanza.
No no soy Dios le digo te has equivocado cualquiera se equivoca con mi
catadura Aún juego a ser Dios sin adiestramiento He contemplado a un
hombre marchitarse en el relámpago esta alborada. Coincidencia entre la simiente y el grano en semejanza que se agosta. Es la vertebración de la línea esencial de toda urdimbre donde reposa la vida - digo esto con cierto temor - y ella piensa que es la omnipotencia la que habla. Es Dios que se atraviesa con su catequesis y quizás se equivoca por primera vez El fuego ya encendido ahora me apresta nos plasma nos origina Tu fascinación por la preñez convalida el albedrío de la duda se confunde la complicidad en el súbito ardor
Somos dos los implicados en esta urgente servidumbre y sé entonces que mi apostura te atemoriza me desorienta y te avergüenzas de la adustez de las palabras. El ritual concluye sin ceremonia Hoy diré que me despreocupé de la deslucida virtuosa ante la llamarada mi ineptitud fue primordial. El vínculo perdió sus filamentos y su inherencia antes de tiempo Los lamentos se mancillaron con la memoria fácil de la retentiva que fatiga el juicio y lo inmundicia de despojos y falacias: Discurro de manera atolondrada - una vez más - ya que estoy delante del término de mi propia iniciación ante una probable casta. Un aroma acentuado a resina se expide en la terrena mudanza en la marga fresca la roca hospeda mi fachada mi torpe silueta hay algo de cinismo o de pánico que me inquieta de ruina pudorosa de hastío de obcecación y de cansancio ante la mirada pura de una grácil doncella.
Volver a Sergio Badilla
MUCHAS GRACIAS.
Escrita por poeta caballero,
cierto no es dios,
más su religiosidad,
detiene los instintos y
lo hace grato,
ante la mirada de Dios.
Debes estar registrado para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.