Almudena Guzmán

Almudena Guzmán es una poetisa y periodista española nacida en Madrid en 1964. Como suele darse con los poetas, comenzó a escribir en su adolescencia. Publicó su primer libro, "Poemas de Lida Sal" en 1981, y desde entonces ha editado numerosas obras. Se licenció y doctoró en Filología Hispánica y actualmente trabaja para el diario ABC, redactando columnas de opinión. A lo largo de su carrera ha sido merecedora de muchos premios y reconocimientos, siendo el más reciente el Premio Tiflos de Poesía, por su último poemario, titulado "Zonas comunes".
En su escritura demuestra una mirada aguda e incisiva de la realidad, inteligente y constructiva a la vez que sensata y quizás con una practicidad propia de la adultez, que distingue su obra actual de sus primeros versos. Denuncia la situación social y política e intenta mezclar lo popular y lo académico, asegurando que ambos se alimentan mutuamente. Le interesa especialmente ahondar en la maldad, en las razones que llevan a una persona de despojarse de sus principios, de la culpa, y que lo empujan a cometer actos barbáricos sin sentir remordimientos. Además de los antes mencionados, dos de sus poemarios que han tenido gran repercusión son "Usted" y "El libro de Tamar".

Poemas de Almudena Guzmán

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Almudena Guzmán:

Usted se me escapa


Usted se me escapa en los pasillos como
un discóbolo impregnado de aceite.

Pero todo lo que habla es una mano enguantada
por mis medias.
(Desnuda, froto su voz contra las caderas
de la sábana
para no dormirme tan triste.)

Que hago yo aqui


Qué hago yo aquí medio borracha
escuchando a este cretino
que sólo sabe hablarme de la mili,
mientras me tapa baboso la calle y la vida
con su espalda.

Y encima estoy sin tabaco.

(Menos mal que desconecto en seguida
pensando en ese géiser de besos
que le provocaré a usted, sin duda,
cuando su camisa se digne o se resigne
a dejarse desabrochar por mi mano.)

Hoy era la ultima tarde


Hoy era la última tarde.

Usted no paraba de hablar
-lo hubiese matado-
y a mí me ardían las uñas cuando nos despedimos
en la parada del autobús.

Ni un solo beso.

Si todo esto cambiase


Si todo esto cambiase,
si me dijera usted, de pronto, que me ama,
yo ni me detendría para hacer la maleta.

Huiría luchando contra el miedo a la costumbre
de su cuerpo

Reconozco


Reconozco que no somos muy originales,
nuestra historia es la de medio Madrid
y como todos, andamos buscando una clarita
entre la oficina y el estudio
para citarnos donde no nos conozca nadie.

¿Pasa algo?

Ah.
Porque a estas alturas y con un enamoramiento de rizos
y piernas por medio,
no seré yo desde luego la imbécil que pierda su tiempo
en agradar a los poetas.

Justo el dia


Justo el día en que llevo gafas y un jersey
horroroso
usted descubre mi arrinconada existencia.

Le hablo con la sorpresa de no sorprenderme al tocar una
ardilla.

Y contengo como puedo este alud de labios para no
abalanzarme sobre su nuca
mientras guarda, de espaldas a mi sombra creciente
unos papeles en la carpeta.

Línea del tiempo

Haz click en cada ítem para ver más información

Mapa de tiempo

Haz click en el botón para revelar el mapa del tiempo